Recientemente, el director de la Academia de Cine, Mariano Barroso, confirmaba la “mudanza” de la próxima edición 33 de los Premios Goya de Madrid a Sevilla, una noticia que ha pillado por sorpresa a más de uno. El motivo, según palabras de Barroso, se debe a la condición de Sevilla “como ciudad cinematográfica que nos ha dado a numerosos cineastas reconocidos, ganadores de muchos premios Goya”.
La segunda vez que los premios cinematográficos abandona la ciudad (la primera se celebró en el año 2000 en Barcelona) coincide con un año en el que tanto el cine como la televisión made in Spain ha alcanzado nuevas cotas de éxito y calidad que nos recuerdan lo necesarios que son los famosos Premios Goya.
La primera edición de los Goya tuvo lugar un 17 de marzo de 1987 en el Teatro Lope de Vega de Madrid siguiendo el patrón de galas de premios cinematográficos como los Óscar o los Bafta. El motivo por el que llamó “Goya” a estos premios radica en la visión pictórica pero tan cercana al cine que en su momento manifestó Francisco de Goya, artista cuyo busto evoca el premio que artistas tan notorios como Pedro Almodóvar o Penélope Cruz ganaron en su momento.
A su vez, los Premios Goya siempre se han caracterizado por ser un perfecto escaparate de la actualidad española, al denunciarse diferentes temas de interés durante los discursos o como hilo conductor de las galas. Algunos ejemplos como la crisis española en boca de testimonios como el de la actriz Candela Peña o del feminismo por parte de Maribel Verdú confirman el carácter social que estos premios han consolidado, especialmente durante los últimos años.
Pero, sobre todo, los Premios Goya se convierten en nuestra particular fiesta del cine. Una en la que se premia a lo mejor del panorama cinematográfico patrio a modo de exaltación de un arte que durante los últimos años ha visto premiadas a películas como Mujeres al borde de un ataque de nervios, Belle époque, Tesis, La buena estrella, La niña de tus ojos, Los otros, Camino, Blancanieves o La isla mínima, por nombrar tan solo algunos ejemplos.
En un año en el que los Premios Goya anuncian su traslado a la grandiosa ciudad de Sevilla, el panorama cinematográfico español continúa apostando por el cambio y la frescura a la hora de consolidar un arte tan nuestro como universal.
¿Seguirás los Goya el próximo año?