Crítica de Bohemian Rhapsody

Os traemos la crítica de Bohemian Rhapsody, adaptación de la biografía de uno de los artistas más icónicos del siglo XX.

Crítica de Bohemian Rhapsody: la película que tardó en llegar

En 2010, la noticia de una película biográfica de Freddie Mercury saltó a los medios coronando a Sacha Baron Cohen, estrella de Borat, como principal (y acertado) candidato para interpretar a uno de los artistas más famosos de la historia en la gran pantalla. Finalmente, tras el rechazo de Cohen y las idas y venidas de varios directores y guionistas, fue Bryan Singer el elegido para filmar la adaptación definitiva, aunque también partiera en huida a los pocos días de finalizar la fotografía de la película, siendo sustituido por Dexter Fletcher. Un panorama no exento de incertidumbre y que, posiblemente, haya mermado la calidad de uno de los biopics más esperados de la década. Aunque no nos adelantemos…

Protagonizada por Rami Malek, actor visto en la última entrega de la saga Crepúsculo, Bohemian Rhapsody toma el nombre de una de las canciones más famosas de Queen para contarnos la vida y obra de Mercury desde su primer encuentro con el resto de la banda en un bar londinense en 1970 hasta su muerte en 1991. Veintiún años en los que asistimos al triunfo de la banda de rock en los años 70, sus diferencias creativas en los años 80 pero, especialmente, al episodio de sida que se cobró la vida de Mercury exponiendo al cantante como una de las primeras celebrities en reconocer públicamente la enfermedad.

Acompañando a Malek encontramos a los actores Gwylim Lee como Brian May, guitarrista de Queen, Ben Hardy como el batería Roger Taylor o Joseph Mazzello interpretando a John Deacon, bajista de la banda.

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Bohemian Rhapsody: luces, color y mucho maquillaje

Bordar una película autobiográfica sobre Freddie Mercury no era tarea fácil, especialmente cuando se trata de un artista tan famoso y el propio grupo supervisa el proyecto. Sin embargo, algo nos lleva a pensar que el largo proceso de producción de la película haya tenido que ver en un resultado que convence, pero se aleja del concepto de obra maestra.

Ante todo, Bohemian Rhapsody ha sido concebida como una película no solo para los fans de Queen, sino para todos los públicos, con lo cual se ha realizado un despliegue técnico que, desde los hologramas del icónico concierto Live Aids que tuvo lugar en 1985 hasta los números del grupo resultan sensacionales y muy logrados, por lo que se le da al público aquello que busca.

Por supuesto, aspectos como la homosexualidad de Mercury o los problemas de Queen en sus últimos años también han sido abordados con total respeto a pesar de algún que otro error histórico solventado a golpe de gorgorito y luces de colores.

Sin embargo, Bohemian Rhapsody cae en ocasiones en el maniqueísmo más puro, excediéndose en su representación de un artista al que, en ocasiones, parece parodiar mediante la exageración. Un dato que, sumado a la superficialidad del conjunto, más empeñado en amasar millones que en asomarse a todos los recovecos de la trayectoria del grupo, regalan un biopic simpático y efectivo, pero no igual de icónico que el gran hit de Queen publicado en 1975.

¿Cuál es tu crítica de Bohemian Rhapsody?